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Las mejores estaciones para montar en bicicleta en los lugares rurales y naturales del Pirineo catalán son difíciles de elegir, ya que montar en bicicleta en estos paisajes es un espectáculo digno para todo el año.
Eso sí, cuando se trata de recorridos en bicicleta, existen condiciones climáticas y del paisaje que pueden ser mucho más favorables para tu deleite.
Si quieres saber cuáles son las mejores épocas del año para montar en bici en este destino, así como obtener algunos consejos prácticos para tu visita, sigue leyendo:
¿Por qué otoño y primavera son las mejores estaciones para montar en bicicleta?
Las mejores estaciones para montar en bicicleta en el Pirineo catalán son, sin duda, el final de la primavera y el otoño.
En primer lugar, la primavera nos ofrece colores vibrantes de la naturaleza, con verdes intensos e incluso pequeñas flores naturales, así que montar en bicicleta se convierte en toda una experiencia de renovación del espíritu en un entorno rebosante de vida. Si te gustaría vivir la experiencia, pero te preocupa un poco el frío, la primavera tardía es tu mejor elección.
Por otra parte, montar en bicicleta en otoño también es una excelente alternativa. El clima es agradable y templado, y el entorno cambia a tonos otoñales, terrosos y dorados de gran belleza. Además, el aire natural es fresco, ligero y muy agradable.
Respecto a las otras dos estaciones, el sol veraniego es magnífico para muchas actividades, pero las rutas de ciclismo ciertamente se pueden disfrutar más si se practican fuera de la temporada vacacional. Especialmente si se prefieren las temperaturas más frescas y el sol más tenue durante las marchas al aire libre.
Por último, este destino tiene actividades deportivas de invierno maravillosas, pero el ciclismo es mejor dejarlo para cuando la nieve se haya ido, o no podrás disfrutar de los caminos naturales de la mejor manera.
¿Qué hora del día es mejor para montar bicicleta?
Se considera que la mañana es el mejor momento para salir en bici. Cuando se trata de utilizar el ciclismo como un ejercicio para controlar o reducir el peso, el ejercicio en las primeras horas del día es más beneficioso.
Además, en las mañanas tempranas vas consigues un ambiente más fresco y agradable, en contraste con ejercitarse al aire libre al mediodía o en la tarde temprana, momentos en que el sol se siente con mayor fuerza.
Esto no quiere decir que solo en las mañanas sea bueno el ciclismo, pues los beneficios para la salud y para la mente son excelentes en cualquier momento.
Recomendaciones para montar en bicicleta en un día de lluvia
Ciertamente, montar en bicicleta un día de lluvia puede que no sea la perspectiva más divertida y deseable de este deporte; pero también puede ocurrir que no tengamos elección.
En caso de que te encuentres frente a este escenario, existen algunas sugerencias de desplazamiento y de seguridad que conviene recordar:
- Aumenta tu visibilidad con linternas, luces y materiales reflectantes, de ser posible: Esto hará que otras personas puedan reconocerte a la distancia, aunque la lluvia sea muy fuerte, desde un mayor trecho y con una mayor rapidez que con la ausencia de elementos visibles a través de la cortina de agua.
- Utiliza ropa que te abrigue del frío y te proteja de la humedad: calzado y ropa impermeables y abrigados es la mejor opción. También es buena idea tener ropa extra, en caso de que te empapes, para que puedas cambiarte rápido.
- Circula con mayores precauciones, especialmente en lo que respecta a la velocidad y al recorrido de las curvas; puesto que el terreno suele estar más resbaladizo y es común que haya charcos de profundidad desconocida.
- Coloca tus objetos personales (identificación, dinero en efectivo, tarjetas, otros) en una bolsa de cierre hermético para evitar que el agua penetre y cause daños.
Recomendaciones para montar en bicicleta en un día de viento
Montar en bicicleta un día de viento puede ser una gran molestia, especialmente si eres principiante. Sin embargo, existen una serie de consejos que pueden aplicarse para minimizar los inconvenientes y mantenernos seguros, como los que siguen:
- Pégate a la bici. Acercar el torso y la cabeza hacia tu bicicleta, así como mantener los brazos pegados al cuerpo y las manos cerca del centro del manillar, es una manera de contribuir con el vencimiento de la resistencia mecánica que el viento genera. En resumen, mantenerse lo más compacto posible hacia el centro, evitando adoptar posturas que ofrezcan una mayor superficie perpendicular al viento, ya que esto incrementaría la capacidad del ventarrón para reducir tu velocidad o para hacerte perder el control.
- Mantén una mentalidad positiva, y evita frustrarte por la resistencia que genera el viento en contra. Disfruta del paseo con serenidad.
- Sé realista respecto a tu resistencia deportiva y capacidades. No pasa nada por admitir que la condición ambiental es desfavorable, y empeorará el rendimiento del recorrido. No te frustres o esfuerces de más por intentar mantener metas que se pueden conseguir en días con condiciones más convenientes.
- Evita tratar de compensar la resistencia del viento con un pedaleo demasiado intenso, pues esto solo logrará que te agotes más rápido. Es mejor ir con calma que extenuar los músculos innecesariamente.
- Ten a mano un par de gafas para ciclismo. Cuando el viento es muy fuerte, no pasa mucho tiempo antes de que las molestias oculares se manifiesten, siendo la resequedad una de las consecuencias más incómodas y peligrosas. Se considera peligroso porque la tentación de cerrar los ojos, entrecerrarlos o apartarnos de la vista frontal del camino, aumenta la probabilidad de resbalar, chocar con objetos, caer en charcos, reducir la capacidad de reacción ante elementos sólidos o agujeros, e incluso de caer en desniveles del terreno.